Ya hace unos días que en nuestro local de L’Hospitalet de Llobregat se ve el alboroto típico de cuando preparamos un espectáculo. Que ahora entran los actores, que luego vienen a enseñar la escenografía, que ahora hacen pruebas de vestuario, los técnicos arriba y abajo montando, probando, en la oficina el teléfono sin pausa… Todos estamos en marcha para que salga un divertido y fabuloso “Adiós Arturo”.