Cómeme el Coco, Negro
La Trilogia
La Cubana, después de La Tempestad (finales de 1987) sufre una pequeña crisis. Muchas de las personas que habían dejado sus trabajos y estudios en el año 1983 para embarcarse en la aventura del teatro profesional, ahora querían volver a sus antiguas ocupaciones y dejar la compañía. Solo quedaron cuatro personas en el equipo: Mercè Comes, Carme Montornés, Mont Plans y Jordi Milán. Se quiere continuar el proyecto, pero… ¿cómo? ¿y haciendo qué?
Por supuesto no se podían olvidar los puntos que habían marcado la trayectoria teatral de La Cubana y que eran fruto de la experiencia adquirida: la experimentación sobre nuevos espacios, dar la vuelta a situaciones cotidianas, el juego, la sobremesa, las acciones en la calle, la participación del público… Todos estos puntos gustaban y todos apetecía llevarlos a cabo. Lo mejor era hacerlos todos: ampliar el abanico de ofertas y hacer un repertorio haciendo un ménage-a-trois, tres espectáculos que no tuviesen nada que ver el uno con el otro, que fueran presentados en tres espacios diferentes y en los cuales La Cubana hacía todo lo que le gustaba hacer: teatro en la calle, teatro en un espacio cerrado y, además, un juego de participación. Así se crea esta trilogía con:
- Cubanadas a la Carta (1988) – Acciones en la calle
- Cómeme el Coco, Negro (1989) – Teatro dentro del teatro
- Cubana, Marathon Dancing (1992) – Espectáculo de participación
Idea
¿Qué teatrero no ha tenido la tentación, alguna vez, de colocarse una mochila de plumas en la espalda y desfilar por una pasarela llena de bombillas que se encienden y se apagan? Cómeme el Coco, Negro, es un homenaje a las compañías de cómicos ambulantes.
Durante las representaciones de La Tempestad, al terminar la función, teníamos que desmontar y cargar. Cansados, mojados y un poco zombis íbamos de arriba para abajo haciendo viajes, trajinando herramientas y de vez en cuando, alguien decía una gansada y siempre reíamos comentando: “¡Es ahora cuando nos tendría que ver el público!”. Así nació Cómeme el Coco, Negro.
Argumento
Una compañía ambulante de Music-Hall, el “Teatro Cubano de Revista” formado por artistas en el penúltimo escalón de su carrera interpretan una revista musical llamada Cómeme el Coco, Negro.
A raíz de una equivocación (la representación ha empezado una hora antes de lo anunciado) el público llega tarde a la función y, cuando apenas acaba de sentarse en la butaca, el espectáculo finaliza. Los cómicos hacen el bis habitual, saludan y se cierra el telón. Es aquí donde empieza el verdadero espectáculo. La compañía tiene que guardar los trastos rápidamente porque al día siguiente tienen que actuar a 600 kilómetros de distancia. El público no quiere irse y protesta. Entonces, los cómicos sin pensárselo demasiado se disponen a desmontar; y mientras desmontan explican sus intimidades, sus secretos y sus miserias. Se hacen amigos del público y éste les ayuda a doblar cortinas, aguantar al perro de la vedette, a recoger cacharros, a trajinar los baúles, etc. Incluso son invitados a ponerse las plumas y a compartir un bocata de mortadela. Al final, una vez recogido todo, barren el escenario y se van dejando a todo el mundo aún en las butacas.
Números de la revista Cómeme el Coco, Negro
- Lentejuelas y sonrisas (Obertura)
- El tirachinas (Maquetista)
- Una mujer completa (Striptease erótico)
- ¡La niña tiene novio! (Número cómico)
- Que viene el coco (Cuplé)
- A media luz (Tango)
- Romance de la reina Mercedes (Canción folklórica)
- Las viuditas (Cuplé)
- ¡Mi hija se casa con un negro! (Cortina cómica)
- Valencia (Número regional)
- Soy Minero (Canción española)
- Mirame (Cuplé)
- Violetas Imperiales (Canción de época)
- El negro viene a cenar (Número cómico)
- Yo soy la vedette (Presentación de la vedette)
- Quiero volver a Rio (Samba)
- Madre comprame un negro (Charleston)
- Cómeme el coco, negro (Apoteosis final)
ESTRENO: 3 de junio de 1989 en el Mercat de les Flors de Barcelona.
LUGARES DONDE SE HA REPRESENTADO: Sitges, Agramunt, Barcelona, Roda de Ter, Sant Feliu de Llobregat, Vilanova i La Geltrú, Sant Pere de Ribes, Molina de Segura, Gijón, Irún, Albacete, Esparreguera, Hellín, Calafell, Alsasua, Santiago de Compostela, Ribadavia, La Bisbal, Cardedeu, Malgrat, Berga, Llorenç del Penedès, Banyoles, Gelida, Manresa, Vilafranca, Granollers, Santa Coloma de Gramenet, Castellar del Vallès, Logronyo, Manzanares, Torelló, Terrassa, Reus, Lleida, Gandia, Badalona, Balaguer, Igualada, Tàrrega, Figueres, Sabadell, El Vendrell, Madrid, Girona, Cerdanyola, Arenys de Mar, Sant Boi de Llobregat, Súria, Tarragona, Sant Cugat del Vallès, Centelles, Osca, Graus, Fraga, San Sebastián, Pamplona, Platja d’Aro, Andorra, Maó, Berga, Pineda de Mar, Solsona, Sant Joan de les Abadesses, Olot, Palafrugell, Vallirana, Vitòria, Bilbao, Petrel, Elx, Altea, Villena, Almoradí, Alcoi, Onteniente, Bellreguard, Torrelavega, Palma de Mallorca, Cuenca, Guadalajara, Villacañas, Ciudad Real, Socuéllamos, Almodóvar del Campo, Daimiel, Toledo, Almansa, Albacete, València, Fuerteventura, Lanzarote, Tenerife, Las Palmas, Cadis, Puerto Real, Cartagena, Lorca, Almeria, Múrcia, Sevilla, Huelva, Còrdova, La Carolina, Jumilla, Alacant, Gran Casino de Barcelona, La Havana.
PERÍODO: 1989-1991
REPRESENTACIONES: 542
ESPECTADORES: Más de 531.000 espectadores
AUTOR: Jordi Milán
REPARTO:
Carme Montornés
Mercè Comes
Mont Plans
Anna Barrachina
Sílvia Aleacar
Miquel Crespi
José Corbacho
Jaume Baucis
Ferran Botifoll
Santi Millán
Xavier Tena
Jordi Milán
DIRECCIÓN: Jordi Milán
Ficha técnicaMúsica: Juan de la Prada.
Escenografía: Castells-Planas (Cardedeu)
Estructura metálica: Josep Ma. Blancafort
Plumas: Martino
Maquillaje: Joan Alonso
Vestuario: La Cubana
Grafismo: Raúl Pascuali
Coreografía: Leo Quintana
Ayudante de dirección: Xus Estruch
Quizá ha sido el espectáculo que ha generado más anécdotas. Al ser tantas y tan variadas, hemos recogido las más curiosas.
Normalmente la anécdota se generaba por la indignación que provocaba el malentendido de los horarios. La gente se enfadaba mucho en la puerta al reprocharles que llegaban tarde, pero aún más cuando entraban a la sala y comprobaban que el espectáculo había empezado realmente. Un día, en el Mercat de les Flors de Barcelona un señor se enfadó tanto que se levantó y largó un discurso al público asegurándoles que llevaría personalmente ese agravio dónde debía llevarlo. De todos modos, se quedó para ver toda la función. Finalmente vino a los camerinos y nos felicitó, reconociendo haber caído en la trampa. Confesó que era juez y que en un principio estaba decidido a empurarnos.
En el Teatro del Común de Andorra detuvieron a Jordi Milán porque un espectador andorrano lo denunció. Según el espectador, el personaje que interpretaba Jordi (un gerente que vociferaba a la gente) le había ofendido al decirle que era un impuntual y que a los sitios se debe ir con tiempo. Según el espectador, decirle que era impuntual era un insulto y como andorrano que era, lo denunciaba. Al final, intervino el Común que fue quien debía detenerlo y quien al mismo tiempo nos había contratado.
En la carpa de la Fiesta Mayor de Calafell la función tenía lugar en la plaza, en una carpa descubierta. El público creía que efectivamente vería una revista, como cada año. No podían creer que el Ayuntamiento hubiera traído mujeres tan feas. Pero la situación fue a más, cuando empezamos a desmontar las paredes y a dejarlos sentados en medio de la plaza. Se creó una situación que nunca antes nos había pasado. Una pequeña parte del público, enfadado, giró las sillas dándole la espalda al escenario mientras gritaban “Que nos devuelvan el dinero”. “¡No hemos pagado para ver como cena Francisco!”. (Francisco, era un vecino que estaba cenando en pantalón corto en el balcón de su casa).
En Santa Coloma de Gramanet nos contrataron para hacer una representación para ancianos. La entrada fue ya un drama, puesto que tuvimos que abrir las luces una vez empezada la función, si no los ancianos tropezaban. El plato fuerte vino luego, al anunciar que la función se había acabado. Los ancianos, sin pensárselo, se levantaron dispuestos a irse; las monitoras, como locas, les decían lo contrario. Los actores, prosiguiendo la función, les decían que se había acabado realmente; y los abuelos se volvían a levantar. Otra vez las monitoras les decían que se sentaran, y así continuó, sucesivamente. Fue una función antológica.
En el teatro Victoria Eugenia de San Sebastián: La escenografía del espectáculo se tenía que desmontar y volver a montar en cada representación. Era sábado, y ese día teníamos dos funciones. Se hizo la función de tarde y todo fue bien. Cuando se estaba montando la escenografía para la noche, la estructura del “teatrillo” se rompió. No ocurrió un accidente de milagro. No se podía arreglar. Se tenía que suspender la función. La dirección del teatro se lo anunció al público. La gente no se lo creía. Al final, el director de La Cubana y toda la compañía decidieron dar la cara en persona y explicar lo que había sucedido. Fue horroroso, la gente se reía y bromeaba, creyendo que todo formaba parte del espectáculo. Pasadas dos horas después del anuncio aún quedaba público esperando en la puerta.
En La Cubana nos gusta celebrarlo todo. Con la mínima excusa montamos una fiesta. Por deformación profesional, de cualquier acto hacemos un pequeño espectáculo. Siempre ha sido así y así esperamos continuar. Durante todo este tiempo hemos montado “paridas” de las cuales guardamos un buen recuerdo.
A continuación, si queréis, podéis ver una pequeña selección de celebraciones, presentaciones, aniversarios, ruedas de prensa, etc.
Rueda de premsa de Cómeme el Coco, Negro en Pamplona (1990)A la hora de la rueda de prensa, convocada en el Hotel La Perla, la súper vedette Lidia Clavel está indispuesta. Los otros componentes del Teatro Cubano de Revista deciden hacerla en la habitación donde está Lidia. Los periodistas suben y se hace la rueda de prensa alrededor de la cama. Se van animando y, mientras van hablando, se sirve chocolate con churros.
Fiesta de despedida de Cómeme el Coco, Negro en el Teatro Capítol de Barcelona (Junio 1990)
Lo celebramos de forma especial. El público entraba con toda normalidad a ver la última representación. En la calle no había nada. Al salir, se encontraron una mesa preparada para 700 personas donde se les ofreció una “xatonada” (plato típico de Sitges). Todo estuvo amenizado por los actores, una tuna estudiantil y una orquestilla.
Fiesta de despedida de Cómeme el Coco, Negro de los Casinos de Catalunya (Agosto, 1991)
La gira de Cómeme el Coco, Negro terminó en Cuba (septiembre de 1991). La despedida del espectáculo en Cataluña fue en Casinos de Cataluña durante el verano de 1991. Cada noche, aparte de Cómeme el Coco, Negro, montábamos una fiesta con fuegos artificiales incluidos. La última noche, después de la función hicimos una fiesta en los jardines del casino de Sant Pere de Ribes: tarta sorpresa, actuaciones, baile, cena, etc.