Teresina S.A

Es el capítulo de presentación. Es el mes de agosto. Último día de las fiestas de Gracia. Los vecinos de la calle preparan una función especial para el fin de fiesta. El piso de las Teresinas es el escogido para los ensayos. Con todo el embrollo que esto comporta, iremos conociendo los personajes que, por una razón u otra, tienen relación con el mundo de las Teresinas.

Primeros días de otoño. En el piso de las Teresinas se trabaja frenéticamente con la ayuda de personas diferentes, todas conocidas del barrio, para terminar un pedido destinado a la festividad de todos los santos. Este trabajo da pie a diversos comentarios sobre esta fecha tan señalada. Paralelamente, en la escalera, los vecinos están muy preocupados porque huele a gas y se crea una psicosis de explosión.

Estamos a mediados de noviembre. Se trabaja para un encargo un poco especial. Es un material que normalmente se utiliza el día de los Santos Inocentes. Paralelamente, en el piso de las Teresinas, se convoca la reunión anual de vecinos de la escalera. En este caso, se ha de escoger un nuevo presidente. Este hecho provoca reacciones muy diferentes.

El capítulo pasa durante todo el mes de diciembre. Como siempre y ya es habitual, las Teresinas tienen mucho trabajo de cara a las Navidades. Se acumulan los pedidos y hay que salir adelante. El principal tema de conversación, claro está, es la Navidad. En la escalera, se ha instalado un nuevo vecino. Las vecinas se mueren de ganas de saber cómo es. Las Teresinas, con su hospitalidad, lo acogen.

Estamos en enero. Se acerca el Carnaval y en el piso de las Teresinas se trabaja cosiendo disfraces para a unos grandes almacenes. Ellas, que son unas entusiastas del Carnaval, también se han liado a coser disfraces para el vecindario. Paralelamente la escalera se prepara para un gran acontecimiento: una boda. Se casa la hija de Angelina y Sebastián, el policía municipal, vecinos del 4º piso.

Es el mes de febrero. Hace frío. Aún falta tiempo para Semana Santa. Las Teresinas reciben un encargo un tanto especial: Tienen que bordar un manto para una Virgen de una cofradía de Semana Santa que ha creado un grupo de andaluces que vive en Cataluña y que echa de menos sus tradiciones. Se decide que la Virgen debe venir a probarse el manto. Y la traen. Empezará todo un enredo con la “camarera” de la Virgen.

Estamos en el mes de marzo. Las Teresinas hacen palmas para el domingo de Ramos. Pepe y Rafa, la pareja homosexual que vive en el 4º, pide un favor un poco especial a las Teresinas. Ellas, que son muy dadas a hacer “favores”, no saben qué hacer. Finalmente acceden.

Estamos aún en marzo. Faltan unos cuantos días para que sea San José. La escalera de las Teresinas huele a pólvora. Ellas preparan un pedido de cohetes chinos para Valencia. Paca, la vecina de arriba, que es valenciana y presidenta del Casal Fallero de Gracia, con su peculiar manera de hacer, prepara la “plantá” de una falla en la Plaza del Sol de Barcelona

Es la vigilia de Sant Jordi. Las Teresinas ponen rosas dentro de unas cajas de plástico. Son para un supermercado que al día siguiente las regalará a las clientas. Una de las hermanas, la Maria Teresa, ve un anuncio en el periódico en que se ofrece la posibilidad de saber, mediante un sistema de ordenadores, cuál es tu pareja ideal. Encuentran una. Un juego de enredos provoca que la afortunada que se queda con el afortunado sea la vecina, Rosita.

Por descontado, estamos en mayo. Las Teresinas tienen un pedido de estampas pintadas a mano que deben terminar pronto. Tere, la hermana pequeña, tiene la gripe y tienen que llamar al médico. Montserrat, amiga de toda la vida y vecina de arriba, se va de vacaciones a Mallorca. Por equivocación, llega al buzón de las Teresinas una carta que era para Montserrat. Es una carta problemática donde se descubren intimidades de Montserrat.

Como cada año, en junio, las Teresinas reciben el encargo de preparar un pedido de pañuelos para los “sanfermines” de Pamplona. Coincide con la celebración del santo de una de las tres hermanas, la Teresina, la mayor, que lo celebra el día de Santa Teresa de Portugal. Los vecinos y los amigos la felicitan. En el piso de al lado, que había quedado vacío, se instala una sauna relax de travestidos.

Hace calor, ya estamos en julio y las Teresinas están terminando un pedido de “manolas” y “toreros” para las tiendas de “souvenirs”. Aprovechando que la vecina de la zapatería pinta la tienda, deciden pintar el piso. La convivencia con los pintores, el encargo de “manolas” y ellas mismas contribuyen a que sean unos días en los que, con “la mezcla explosiva”, esté a punto de ocurrir una catástrofe en el piso.

Se acaba el ciclo, volvemos a estar en agosto. Ya ha pasado un año. Se acerca la Fiesta Mayor y, en el último momento, los vecinos deciden adornar la calle. La casa de las Teresinas se convierte en el taller donde se preparan los elementos decorativos. Para el primer baile de las fiestas, la comisión ha contratado a una artista famosa (Núria Feliu). A causa de algunos problemas, se tiene que improvisar un camerino.